Blair democratiza las escuchas
Se creían los parlamentarios británicos que eran distintos a los demás. La patria del Orwell de 1984 es de las sociedades más vigiladas del planeta, según The Independent. La lucha contra el terrorismo ha dado lugar a una batería de medidas de vigilancia electrónica e instauración de escuchas telefónicas indiscriminadas. Resulta que ahora les llega el turno a los miembros del parlamento. El gobierno de Tony Blair está empeñado en poner fin a una medida que instauró Harold Wilson, primer ministro laborista durante la década de los sesenta, y que prohibía precisamente lo que Tony quiere llevar a la práctica ahora: autorizar a los servicios de seguridad del Estado británico a espiar a los parlamentarios del país. Las circunstancias de la lucha antiterrorista así lo requieren y los parlamentarios no van a ser más que los demás. La escandalera está garantizada. Miembros del gabinete de Blair como el Secretario de Estado para la Defensa, John Reid, han puesto el grito en el cielo ante este nuevo disparate totalitario y eso que este miembro del gobierno es uno de los más fervientes defensores de la vigilancia electrónica a la ciudadanía. El diputado laborista Andrew MacKinlay, ha dicho, por otra parte, que los países civilizados no espían a sus representantes electos: "No se trata de un privilegio. Los ciudadanos, los grupos de presión y otras organizaciones necesitan saber con absoluta seguridad que sus conversaciones con sus representantes electos son totalmente confidenciales." Pues nada, se les acabó el chollo.
1 Comments:
Bien por Blair ! Nos vayan a coger los parlamentarios británicos los malos hábitos de sus colegas 'españoles' (?) que dan cobijo a extremistas en el congreso. Y lo digo por los que mancharon las paredes de un medio de comunicación que les 'canta las 40'
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