El jersey de Evo

A los articulistas y tertulianos de la derecha española les ha sentado fatal el atuendo del presidente electo de la República de Bolivia. Se han ensañado y regodeado de lo lindo vertiendo su mejor prosa clasista y capacidad de mofa para colocar en su sitio al indio del altiplano que ha osado desnaturalizar las normas del protocolo compareciendo ante nuestros máximos dirigentes vestido de emigrante menesteroso. Las lindezas de los guardianes del buen vestir las recoge Nacho Escolar y constituyen un implacable muestrario de saña xenófoba, una oportunidad para camuflar el repertorio de prejuicios y fantasmagoría reaccionaria de una derechona que se desmelena desaforada cada vez que algún líder tercermundista se sale de su papel asignado. Poco les importa que, se vista como se vista, Evo Morales haya ganado limpiamente las elecciones con un apoyo superior al cincuenta por ciento de los electores en un país donde los que se atavían de Armani podrían caber en una superficie no superior al barrio madrileño de Salamanca. Por otra parte, el PP no se dignó entrevistarse con el líder boliviano. Si quieren recuperar su fugaz imagen centrista, los chicos de Rajoy harían bien en imitar a David Cameron, la nueva cara de los tories británicos y no hacer asco a retratarse con figuras que se salen de la norma como ha hecho el nuevo mandamás conservador incorporando a sus filas al melenudo solidario Bob Geldof.