Tuesday, February 14, 2006

Trigger happy

Al vicepresidente de gatillo fácil de los USA se le ha complicado la cosa. O, mejor dicho, se le ha complicado a su cuasi octogenaria víctima, el abogado Harry Whittington que ha sido devuelto a la UCI tras un leve ataque al corazón provocado por los perdigonazos de Richard C. Cheney. La Casa Blanca se había tomado el tema a coña hasta que se supo lo de la recaída del anciano letrado. En una rueda de prensa digna de los mejores episodios de El Ala Oeste, al portavoz Scott McClellan los periodistas lo frieron a preguntas de esas que hacen daño y dan espectáculo. La transcipción está aquí para los que lean la lengua de Shakespeare y de Gore Vidal. Puede que la cosa quede en nada, pero la atolondrada reacción de la Casa Blanca y el secretismo inicial en torno al incidente dan a entender que el gobierno republicano está nervioso y que no se puede permitir más follones. Sería irónico que al vice se lo cargaran (políticamente hablando, se entiende) por errar el tiro a una codorniz y no por prevaricar y forrarse con la economía de guerra que tan concienzudamente ha ayudado a implantar.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Salen casos similares hurgando en el baúl de los recuerdos : A Al Capone le echaron el guante por evasión de impuestos; Alejandro Lerroux cayó en 'desgracia política' por el truco del tocomocho y el escándalo Tayá, en los que, sin embargo, no estuvo involucrado;a Antonio Pérez el experto en finanzas de Felipe II sus enemigos se lo quitaron de en medio difundiendo su relación con la Condesa de Éboli, etc., etc., etc. En realidad, nada nuevo bajo el sol y...Nada es Forever

9:31 AM  

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