Los inocentes no tienen nada que temer

Ya sabíamos que el lenguaje corporal es como el espejo del alma. A esta misma conclusión han llegado las autoridades encargadas de la seguridad de los aeropuertos norteamericanos y han desarrollado un sistema de reconocimiento de patrones de comportamientos que permita a las fuerzas del orden detectar cualquier movimiento, gesto o actitud sospechosa de terroristas potenciales. Los ciudadanos honestos y respetuosos de la ley no tienen por qué preocuparse, siempre que no circulen mirando el suelo o desviando la mirada cuando se crucen con algún agente de la autoridad. Tampoco es recomendable tartamudear en el mostrador de información o titubear al ser abordado con preguntas tan sencillas como el número del vuelo o nombre de la aerolínea que se está a punto de embarcar. Cuidado, también, con gestos inconscientes o expresiones faciales que puedan delatar nerviosismo o, más sospechoso aún, una excesiva sangre fría. Si Philip K. Dick se levantara de su tumba concluiría con nosotros que Minority Report está a punto de quedar desfasado.