Las posibilidades que brinda la red para acercar el candidatoal ciudadano ofrece estas ventajas. El electorado envía sus preguntas por correo electrónico y Hillary contesta ipso facto. Una variante del programa "Tengo una pregunta para usted".
Entre tanto insulto y cruce de consignas sectarias que incendian los foros de internet tras la excarcelación o "prisión atenuada" del terrorista De Juana Chaos, se echa en falta un poco de cordura y pensamiento propio. El debate sobre el espinoso tema se ha convertido en una batalla campal entre afines incondicionales a uno y otro bando. El ciudadano con criterio propio, de una ideología u otra, se siente como el protagonista de la película Hijos de los Hombres durante el magistral plano secuencia en el que intenta escabullirse durante el descomunal tiroteo entre las fuerzas del orden y los revolucionarios. ¿Se puede ser de izquierdas y estar en contra de la decisión del gobierno de Zapatero? ¿Se puede ser de derechas e intentar comprender las motivaciones del famoso plan de paz y sus "accidentadas" consecuencias? Mi dilema es haber estado en contra del patinazo aznariano en relación a la guerra de Irak, pero a favor de su política anti-ETA. A estas alturas habría que convocar manifestaciones por separado: una, para los afiliados y simpatizantes del PP y grupos satélites y otra, para los simpatizantes de la izquierda que no comulgan con la errática política ¿antiterrorista? de Zapatero. Con tanto sicofante correveydile suelto por ahí, te la juegas manifestándote en contra de la "prisión atenuada" para el serial killer. No vaya a ser que te vean haciéndole el juego a la derecha y se entere la autoridad competente ávida de ejercer las preceptivas represalias.
Pobre espectáculo es el que se está dando en el panorama cultural extremeño con la polémica en torno a una actuación del grupo La Botika en los escenarios móviles de la Junta de Extremadura durante el pasado verano. La escandalera ha llegado a los medios nacionalesy el grupo cacereño se ha convertido en arma arrojadiza entre unos y otros en plena precampaña electoral. El PP, velando por la salud mental del público infantil, se lleva las manos a la cabeza y exige dimisiones a diestro y siniestro. De todas las carencias, pifias y aciertos de la política cultural de la Junta de Extremadura, esgrime este patinazo como estandarte y se erige en censor con efecto retroactivo y defensor de las buenas costumbres. La Consejería de Cultura, en lugar de reconocer que la han pillado en un renuncio, opta por proyectar una imagen de víctima y enarbola la bandera de la libertad de expresión para justificar su dejadez y falta de criterio a la hora de programar ciertos espectáculos ante deteminados auditorios. Nadie es perfecto. No cuesta nada reconocer un error y a otra cosa mariposa. Dejar que el globo se hinche y convertirlo en cortina de humo denota una falta de imaginación compartida y es clara señal de que ambos partidos han confundido lo que deberían ser sus prioridades a la hora de poner de relieve las auténticas necesidades del desarrollo cultural extremeño. Si las propuestas y reivindicaciones van a ir por estos derroteros que Dios nos pille confesados. En cuanto al "chúpame la minga" del grupo teatral en cuestión no sé qué es peor, si la letra o la coreografía. A cualquier cosa se le llama "cabaret" estos días.
...es el título original de "Sexo, Mentiras y Hollywood" de Peter Biskind,un intento de desmitificar la imagen de marca del cine independiente norteamericano desde el triunfo de Steven Soderbergh en Cannes en 1989 hasta nuestros días. Es de esos libros que husmea en las alcantarillas del famoseo hollywoodiense suministrando munición a los adictos al morbo aunque, en este caso, circunscribe su radio de acción al movimiento de cine independiente norteamericano que tantos adeptos ha encontrado entre los desengañados de la antaño "glamourosa" industria del séptimo arte manufacturado en la ciudad de los ángeles. Protagonistas son los hermanos Weinstein, en especial Harvey, un ogro con nula tolerancia a la frustración e incapaz de ejercer autocontrol a la hora de negociar contratos, tratar con artistas y administrar a sus empleados. De su boca emanan insultos, coacciones y amenazas con la misma facilidad con las que despliega piropos y disculpas: "Tú eres una mierda, tu película es una mierda, yo soy rico y no me hace falta quebrarme la cabeza con tus gilipolleces. No volverás a trabajar nunca más en la industria y yo seguiré forrándome", son, más o menos, sus frases habituales a la hora de persuadir a un cineasta novato para que recorte cinco minutos de su obra maestra recién estrenada en el Festival de Sundance. Otro personaje del libro que no sale muy bien parado es Robert Redford, gran mentor y patrocinador del cine independiente mundial desde que un día se le ocurrió convertir su rancho de Idaho en el paraíso de los nuevos creadores. Resulta que el gran mecenas y visionario es un tipo acomplejado, enigmático e incapaz de tomar una decisión a tiempo. El libro, cuyo título original poco tiene que ver con el desafortunado sucedáneo de su edición española ("Down"=a ras de suelo, por lo bajo; "Dirty"=sucio; Pictures=películas), es un inventario de situaciones angustiosas y estresantes de las que sólo se libran algunos escasos privilegiados como Tarantino y Kevin Smith. Se desprende de todo ello que en todas partes cuecen habas, pero en el centro del imperio del cine no subvencionado, donde el dinero es la medida de todas las cosas, las habas se las comen crudas y cualquier orificio es bueno para joder a la competencia o machacar al que se interponga en el camino. Así y todo se hacen buenas películas, pero cuanto sufrimiento...
Deadwood, serie televisiva de HBO, es un excelente modelo de recrear el pasado para mejor comprender el presente. Además, es un producto cinematográfico de ficción absorvente y adictivo. Narra el nacimiento de una comunidad, la ciudad que da nombre a la serie, a finales del siglo XIX en South Dakota, lugar poblado por buscadores de oro, prostitutas, comerciantes, pistoleros y capitalistas donde la ley del más fuerte es la que marca la senda que conduce a la supervivencia, al cementerio o a la pocilga más cercana para ser engullido por cerdos hambrientos previo pago de la tarifa habitual. Sobresale la ambientación dentro de la cual se inserta una trama compleja con impresionantes interpretaciones de la totalidad del elenco actoral y unos diálogos que parecen escritos por discípulos de Ibsen, Chejov, Arthur Miller y Shakespeare. La lucha por el poder con su bagaje de corruptelas, crímenes y miserias da pie a escenas memorables que para digerirlas adecuadamente, hay que darle al botón del "pause" en más de una ocasión. Pocas veces, la naturaleza humana ha sido diseccionada con tanta agudeza y ausencia de remilgos. Si queremos reflexionar con mejor conocimiento de causa sobre cómo se las gastan quienes nos gobiernan y controlan (salvando el sentido de las proporciones y la evolución de las instituciones que se han vuelto más sutiles a la hora de joder a los más débiles) Deadwood es una herramienta útil donde las haya. Altamente recomendada. Se puede comprar aquí.
La próxima vez que un adicto al tabaco reciba una mirada despreciativa de alguien sujetando un vasito de Coca Cola en la mano, no tendrá que bajar la mirada mientras apura la última calada y se deshace del mortífero cilindrín en el cenicero más cercano. Resulta que, según estudios muy bien documentados, la chispa de la vida está a la altura de la nicotina como pasaporte para el Nirvana y su uso continuado garantiza algo más que un incremento en la curva de la felicidad. Daños cerebrales, anemia, obesidad, compulsión adictiva, depresión, osteoporosis...la lista es larga y variopinta y, por si los daños a la salud de los consumidores fueran poca cosa, los productores del emblemático refresco también se han ganado buena fama en Colombia donde se han visto involucrados en los asesinatos de varios líderes sindicales. Killer Coke es un mote ganado a pulso y, en estas fechas señaladas, cuando vayamos desbloqueando nuestras inhibiciones via los cubatitas de rigor, no nos creamos más saludables y mejores personas que los fumadores. Estamos en la misma liga. Happy New Year.
Democracia totalitaria surgida de un atentado terrorista, amedrentamiento de una población amuermada, manipulación de medios de comunicación corruptos compinchados con el poder, enriquecimiento ilícito de la clase dirigente, policía política controlando sistematicamente las comunicaciones privadas de los ciudadanos, un aparato judicial y un parlamento dóciles al servicio del ejecutivo y así sucesivamente. ¿El antídoto? V de Vendetta, personaje de comic cuya dedicación, entrega y variedad de recursos no vendría mal en estos tiempos convulsos donde los poderosos se ensarzan en furibundas luchas por el control del Estado mientras los ciudadanos-súbditos se lo pasan bomba con el aquíhaytomate, los musicales de la Gran Vía y los ires y venires futboleros. Buena falta que hace la irrupción de un justicieroque sirva de contrapeso a los desmanes de los que parten el bacalao. Eso o, por lo menos, limitación de mandatos, desbloqueo de las listas electorales y otras medidas que propicien la tan cacareada regeneración democrática que los políticos prometen cuando están en la oposición y olvidan cuando llegan al poder. Sociedad civil, ¡despierta!