Donde dije Diego...

Al final, ¿todos contentos? El galimatías del acuerdo sobre la reforma del estatuto catalán es un triunfo para el que mejor sepa explicarse porque los ciudadanos no acaban de desentrañar el enigma. ¿Desaparece el principio de solidaridad entre comunidades autónomas o se ve reforzado? ¿Cataluña es una nación o sólo para los que tienen sentimientos? Se rompen las alianzas y surgen las disidencias. El PP catalán se muestra esperanzado y a los de ERC les ha dado un ataque de celos y se muestran despechados. La artillería propagandística es un fuego cruzado donde la primera víctima es la verdad. En Extremadura, el paladín Rodríguez Ibarra, defensor de la unidad de España y de los pobres y desfavorecidos, ha declarado que el acuerdo es bueno para todos los que antes criticaban el trapicheo vergonzante en el que se convirtió la negociación por la reforma del estatut. Que alguien nos ilumine. ¿Estamos cerca del fin? ¿Del fin de qué? Spain is different.